Hay veces que llegamos
a un punto de nuestras vidas,
que decimos basta hasta acá llegue,
dios te habla y habla de mil maneras,
pero no escuchamos, de un modo u otro,
tiene que hacernos entender,
que estamos viviendo, haciendo todo mal,
ya sea peleas en la familia, con el esposo,
con la esposa, con los hijos,
irresponsabilidades, engaños, mentiras.
Hay veces te golpea en donde más te duele,
para hacerte reaccionar,
para traerte nuevamente a El.
Uno, Una, no lo elige a El, sino El,
a nosotros desde el momento
que somos concebidos El,
nos pone un sello y determina
lo que vamos a vivir,
nos podemos desviar en el camino,
pero va a ser lo imposible
para hacernos reaccionar.
Cuando uno deja de mirarlo,
desenfoca su mirada, todo se derrumba,
se convierte en caos nuestras vidas.
No tengamos verguenza de rendirnos
a sus pies, de presentarnos delante de El...
Derrotados, vencidos, humillados,
con un corazon destrozado, quebrantado.
Así como estamos El, te ama igual
y quiere curar cada una de tus cicatrices,
tus heridas, quiere que le entregues
tú dolor, tú angustia, tú aflicción,
si lo haces de corazón El,
te restaurara por completo
solo tenemos que aprender a vivir
en comunión con El y dejarnos
guiar por sú palabra, sus mandamientos así:
Lograremos tener una mejor
calidad de vida llena de bendiciones,
de amor y sobre todo... Paz!
Nadie dice que será fácil,
ni que no habrá problemas pero lo veremos,
miraremos y tomaremos distinto
a todo lo que nos pueda llegar a suceder.
Para El, no hay imposibles
P.A.R...
P.A.R...
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